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Cómo actuar en caso de accidente laboral

CÓMO ACTUAR EN CASO DE ACCIDENTE LABORAL

Muchos de los accidentes de trabajo se explican por sí mismos, sin embargo existen casos en los que su identificación no resulta tan evidente. En el siguiente artículo explicaremos qué se considera accidente de trabajo y qué no lo es.

También arrojaremos algo de luz a las dudas más frecuentes por parte de los empresarios: ¿Qué pasa cuando la empresa pone todos los medios posibles y aún así ocurre un accidente? ¿Qué pasa si el accidente se produce porque el trabajador ha hecho un mal uso de las herramientas de trabajo?

Accidente de Trabajo y Enfermedad Profesional

Se considera accidente de trabajo “toda lesión corporal que el trabajador sufra con ocasión o a consecuencia del trabajo que ejecuta por cuenta ajena” (art. 115 LGSS). Los más comunes suelen producirse in itinere, -como ya explicamos en este post (ENLACE)- o en el lugar de trabajo: caídas, quemaduras, golpes…

Por otro lado, están las enfermedades derivadas del trabajo pero que no suelen ser tan evidentes y en ocasiones es difícil relacionarlas con el trabajo. Se entiende por enfermedad derivada del trabajo aquellas “contraídas a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena, en las actividades que se especifiquen en el cuadro que se aprueba por las disposiciones de aplicación y desarrollo de la ley, y que estén provocados por la acción de los elementos o substancias que en dicho cuadro se indique para toda enfermedad profesional” (art. 116 LGSS).

Para que un accidente de trabajo sea declarado como tal, deben concurrir 3 condiciones:

• Que exista una lesión corporal, atendiendo que el concepto de lesión se expande hasta las secuelas o enfermedades psíquicas o psicológicas.
• Que exista una relación directa entre el trabajo realizado y la lesión.
• Que se trate de un trabajador por cuenta ajena.

Además de los accidentes de trabajo más frecuentes, también son denominados accidentes de trabajo aquellos que suceden:

• Realizando tareas sindicales.
• Enfermedades que ya se tienen y se agravan debido al trabajo realizado.
• Desarrollando una actividad distinta a la habitual pero indicada por el empresario o para el buen funcionamiento de la empresa.
• En actos de salvamento o similares.
• Cuando el empresario nos ordena desplazarnos por algún motivo o recado.

No se considera un accidente de trabajo si el trabajador hace un mal uso de las herramientas de trabajo, no sigue el procedimiento indicado por la empresa o incumple el reglamento de riesgos laborales que previamente el empresario ha debido facilitarle.

Tampoco son considerados accidentes de trabajo aquellos debidos a fuerza mayor extraña al trabajo, los derivados de la actuación de otra persona que sean consecuencia de culpa civil o criminal, o aquellos accidentes que provoque el mismo trabajador para beneficiarse de las prestaciones que ofrece esta situación.

Cómo proceder 

Lo primero que se debe hacer es garantizar la asistencia sanitaria al trabajador: tratamientos, intervenciones, rehabilitación… todo lo que necesite para su recuperación.

Si el trabajador acude a su lugar de trabajo al día siguiente de producirse el accidente, la nómina será la misma que si no hubiese ocurrido nada. Sin embargo, si el trabajador necesita coger la baja porque está imposibilitado para desarrollar su trabajo de forma habitual cobrará un 75% de la base reguladora desde el día siguiente al accidente. Será la mutua la encargada de correr con los gastos por IT.

Si el incidente se produce por culpa de una falta de medidas de seguridad por parte de la empresa, el trabajador percibirá una indemnización por parte de la empresa.

El trabajador también recibirá una pensión por incapacidad permanente por parte del INSS en aquellos casos en los que la enfermedad o accidente reduzca o anule su capacidad laboral. Existen distintos grados:

• Parcial para la profesión habitual: cuando la disminución es igual al 33% o superior en su profesional habitual.
• Total para la profesión habitual:  cuando no puede ejercer su profesión habitual pero sí puede dedicarse a otra distinta.
• Absoluta para todo trabajo: cuando no puede volver a trabajar en nada.
• Gran invalidez: cuando se necesita la asistencia de otra persona para los actos más esenciales de la vida.

La cuantía de dicha pensión vendrá determinada por la base reguladora y el grado de incapacidad permanente reconocido al trabajador.