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3 Ocasiones en las que podrás dejar tu trabajo y cobrar indemnización

3 Ocasiones en las que podrás dejar tu trabajo y cobrar indemnización

Todos sabemos que si dejas tu trabajo de forma voluntaria no tendrás derecho a cobrar la prestación por desempleo o paro. Para poder beneficiarte de esta ayuda económica deberás perder tu empleo o no ser renovado. Hay una tercera opción, de la que hablaremos en el siguiente post, que es extinguir tu contrato si se produce una de estas tres condiciones.

1. Modificaciones sustanciales en el contrato de trabajo

La empresa puede modificar las condiciones del contrato (horario, turnos, salario…) notificando los cambios con al menos 15 días de antelación tanto al trabajador como a sus representantes legales.

Ante esta situación, el trabajador o trabajadores afectados pueden aceptar las nuevas condiciones o no.

En caso de que dichos cambios afecten al trabajador de forma negativa, como puede ser un cambio de horario que no le permita compaginar su vida familiar, o una reducción de su salario por la misma jornada laboral… éste podrá rescindir su contrato y percibir una indemnización de 20 días de salario por año trabajado.

Si la modificación sustancial se lleva a cabo sin respetar los pasos que prevé la ley (Art. 41 ET) o perjudica la dignidad del trabajador, desacreditando su capacidad profesional ante sus compañeros, la indemnización será la equivalente a la del despido improcedente.

Para saber si una modificación sustancial del contrato será aceptada como negativa para el trabajador, recomendamos consultar con un abogado. Es posible que en el convenio o contrato firmado se estipule que la empresa puede disponer del horario de sus trabajadores como mejor les convenga, e incluso de su localización geográfica. Sin embargo, también es posible que pese a ello, a un trabajador que lleve mucho tiempo trabajando bajo las mismas condiciones (turno de mañana, por ejemplo), le sea concedido el derecho a conservar esa estabilidad.

2. Falta grave por parte del empresario

Un contrato laboral implica que ambas partes (trabajador y empresa) cumplan con una serie de obligaciones para que la relación laboral sea satisfactoria. Del mismo modo que un trabajador puede ser sancionado si comete una falta leve, grave o muy grave,  la empresa también puede verse afectada su comete una falta grave con sus trabajadores.

Algunos ejemplos de faltas graves o muy graves son:

• No garantizar un espacio de trabajo digno o que exponga la vida de sus trabajadores.
• Obstaculizar las relaciones sindicales.
• No cumplir con las normativas de trabajo vigentes.
• Ofrecer unas condiciones laborales inferiores a las que dicta el convenio laboral.
• El acoso laboral, tanto físico como psicológico.
• Retrasos en los pagos de la nómina.

El acoso laboral, físico o psicológico también está considerado una falta grave. Podéis consultar las infracciones laborales que no puede cometer una empresa o empresario aquí.

En estos casos es aconsejable tener pruebas que acrediten la denuncia hacia la empresa. Una vez más, consultar con un abogado es la mejor opción.

3. Traslado de la empresa

En el caso de que la empresa decida cambiar el centro de trabajo en el que habitualmente prestaba servicios el trabajador y éste tenga la necesidad de cambiar de residencia, se podrá negar.

Se entiende por traslado el cambio a otro centro de trabajo durante una duración de más de 12 meses en un periodo de 3 años que se justifica por razones económicas, técnicas, organizativas o de producción.

El trabajador, ante esta nueva situación, podrá solicitar la rescisión del contrato (cuya indemnización será la equivalente a un despido objetivo) o aceptar la orden e impugnarla, en cuyo caso el Juez deberá valorar si la decisión empresarial está justificada, es nula o no está justificada.

En caso de desplazamiento, el trabajador podrá cumplir la orden y posteriormente impugnarla.

Como siempre, quedamos a vuestra disposición para cualquier consulta o duda.